Tiempo atrás nos parecía hasta excéntrico ver a ciudadanos de otros países utilizar barbijo para caminar por la calle. Y cuando su respuesta indicaba que lo hacían por el nivel de polución en sus ciudades nos sorprendíamos aún más. En la Argentina estábamos lejos de esto, pero si una enseñanza nos dejó la pandemia del Covid-19 es la importancia de respirar aire libre de contaminantes.
Prueba de esto es que las aplicaciones y páginas que nos brindan el pronóstico del clima ya comenzaron a sumar entre los datos meteorológicos la calidad del aire, con un indicador claro para saber si la polución en cada ciudad es o no riesgosa para la salud.
¿Exageramos al hablar de riesgos? En lo absoluto. Ya nos habíamos referido a este peligro en dos publicaciones anteriores: “Contaminación del aire” y “El Crimen está en el aire “. Además, recientemente, en Gran Bretaña, se dio un fallo histórico que marca un antes y un después de cómo será tomada la polución. En 2013 una niña de 9 años murió luego de haber sufrido un ataque de asma, y ahora, desde el tribunal que evaluó su caso, se determinó que la contaminación ambiental de su región “contribuyó materialmente” a su padecimiento final.
En el fallo del Tribunal de Investigación de Southwark –distrito donde ella vivía–, se puede leer que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) cerca de la casa de la pequeña excedían los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea. El umbral recomendado por la OMS para las partículas finas PM2,5 es de 10 microgramos/m3 como promedio anual y para el NO2 de 40 μg/m3 como media anual.
Los expertos de la OMS describen que esta polución que está en el aire, ingresa a nuestro organismo cada vez que respiramos, y por eso es la responsable de enfermedades respiratorias clásicas como el asma.
Sin embargo, desde la entidad piden mirar a largo plazo y ser conscientes de que con el paso del tiempo puede devenir en un cáncer de pulmón o en neumonías que aparecen en edades cada vez más tempranas.
En estos días, en los que gran parte de la población se cuestiona sobre cuán saludables son sus hábitos, tanto en materia de ejercitación como en los alimentos que se ingieren, es imprescindible empezar a incluir la pureza del aire como un elemento más que tiene que ser medido y mejorado.
Esto reafirma nuestra misión en Casiba: diseñar y modificar el aire con tratamiento y control, porque conocemos la importancia que tiene la calidad del aire y que éste sea siempre el óptimo para respirar y para los procesos productivos.