En la industria alimenticia la pureza del aire es indispensable. Si el flujo que circula no tiene la pureza necesaria, o no posee la limpieza óptima, hay posibilidad de contaminación. Cereales, especias, cáscaras, azúcares, harinas, almidones, saborizantes y colorantes son solo algunos de los insumos que dispersan partículas y generan riesgos.

En Casiba nos tomamos la problemática de este rubro con la seriedad que merece. Por eso, bridamos soluciones para que la industria alimenticia trabaje y ofrezca sus productos con seguridad. Instalamos equipos y filtros de aire que, en su mayoría, funcionan por efecto barrera. Esto significa que retienen las partículas de polvo y la mayoría de los microbios que circulan en el lugar. La filtración debe ser eficiente y eliminar cualquier tipo de contaminante, en especial bacterias, hongos y esporas que circulan en la corriente. El objetivo es minimizar fallas en los lotes de producción para evitar pérdidas en costos y tiempos que generan altos impactos económicos.